La Masacre de la Granja Hinterkaifeck





En 1922, en una pequeña y tranquila granja de Alemania llamada “Hinterkaifeck”, vivía la familia Grueber, conformada por la pareja de esposos Andreas Grueber y su esposa, Cazilia, su hija viuda Viktoria y sus dos hijos, Cazilia y el menor Josef, y la criada Maria Baumgartner.

Esta familia, a pesar de vivir en una granja ubicada a 1km de la ciudad de Kaifeck, era bien conocida, pero no por las mejores razones. Se decía que Andreas golpeaba a su mujer y era abusivo con sus propios hijos y nietos, motivo por el cual la gente lo veía como un hombre hostil y malhumorado. Además, se rumoreaba que había mantenido relaciones con su hija, y que el fruto de esa relación fue Josef.

Foto real del lugar de los hechos.
En la noche del 31 de marzo de 1922, algo o alguien llamó la atención de Andreas, haciendo que se dirigiera al granero, donde lo asesinarían clavándole un pico en la cabeza. Luego de esto, llamaron la atención de la esposa, Cazilia, y también la atrajeron al granero donde correría el mismo destino que su esposo. Luego hicieron exactamente lo mismo con Viktoria y su hija menor. Después, quien quiera que los haya asesinado, se dirigió a la casa y mató a la criada en su dormitorio, y a Josef, el hijo menor de Viktoria de tan solo 2 años de edad.

El 4 de Abril, tras no haber visto a ningún miembro de la familia en la ciudad, los vecinos cercanos se acercaron a la granja, solo para encontrar el horrible escenario. Inmediatamente informaron a las autoridades. Ese mismo día, el mecánico de la granja, Albert Hofner pasó cinco horas dentro arreglando una maquinaria. No se percató de la ausencia de la familia.

Toda las victimas tuvieron que ser decapitadas para poder enviar las cabezas donde un clarividente, en Munich. Los cráneos se perderían en el trayecto, y la familia tuvo que ser enterrada así.

Cuarto del menos Josef.
Hasta aquí el caso puede no tener mucho de sorprendente, pero días antes del asesinato, Andreas les había comentado a sus vecinos que en su casa habían aparecido huellas extrañas en la nieve. Al parecer, salían del bosque cercano a la granja, pero algo que llamó su atención fue la ausencia de huellas de regreso. Se percató también que las huellas aparecieron en medio del bosque, de la nada, como si mágicamente hubiesen aparecido allí. Es a partir de este momento, donde empezó a escuchar pisadas provenientes del ático, en la noche, hecho que lo aterró bastante. Al día siguiente, notó que alguien había dejado en la entrada de la casa un periódico antiguo que no era suyo, y que también había desaparecido un juego de llaves del recinto.

En octubre de 1921, seis meses antes, la anterior criada renuncio debido a que estaba convencida de que la muerte rondaba por aquel lugar. Dijo que la casa estaba embrujada, que escuchaba voces extrañas y otros ruidos todas las noches. Andreas no le creyó, pero aun así, la dejo ir. La nueva criada, Maria Baumgartner, llegó el día 31 de marzo de 1922, fue su primer y último día en la granja.

Finalmente, entre el 1 y 4 de abril, los testigos afirmaron haber visto humo saliendo de la chimenea de la casa. Como si alguien hubiese estado allí. Los animales fueron encontrados bien alimentados, las vacas ordeñadas, y no habían pasado muchas horas desde su última comida. En realidad, ningún animal fue lastimado, ni el perro guardián. Una de las camas también había sido usada recientemente, y habían dejado restos de comida en la cocina. Todo indicaba que alguien, había estado viviendo allí durante esos días.

En 1923, la granja fue demolida, y aun hoy, se desconoce quién pudo ser el causante de tal masacre.


La granja Hinterkaifeck



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